jueves, 19 de mayo de 2016

¿DE VERDAD ALGUIEN CREE QUE PROHIBIR LA ESTELLADA ES UN ERROR?

A estas alturas, vista la podredumbre ética que caracteriza al PP, sería de una extraordinaria ingenuidad pensar que la prohibición de la bandera que representa la opción independentista catalana es un error. Una barbaridad, sí. Un acto profundamente anti democrático, también, pero no una equivocación. Me parece más bien un acto de gran coherencia de la derecha nacionalista española. Coherencia, desde el momento en que nos encontramos ante un gesto autoritario, que se quiere revestir de legalidad aunque se demuestra claramente su condición de arbitrariedad absoluta. Y, por supuesto, coherencia con una estrategia de tensión del problema nacionalista catalán, como vía de polarización social de la que la derecha nacionalista saca réditos políticos. En ambos extremos.

¿Alguien puede pensar, visto lo visto en los cuatro años largos de gobierno de Rajoy, que no se ha hecho todo lo posible para enconar posiciones, para reflejar ante la sociedad, desde la parte "española" que se actuará con firmeza ante cualquier intento separatista, en tanto que desde la parte "catalana" se utilizaba el victimismo frente a la agresión centralista para reforzar su posición? 

Sinceramente, yo sí creo que este juego de reparto de papeles es muy evidente. Y saco dos conclusiones. Mejor, una conclusión y una, llamémosle esperanza. La conclusión es que este grado de sinvergonzonería, capaz de poner en riesgo la estabilidad de una nación para satisfacer intereses partidistas, debe acabar ya. Y debe hacerlo por voluntad popular. No sé si será necesario que lluevan lenguas de fuego sobre la gente. Incluso ese método de aclaración de las ideas sería bueno.

La esperanza es que, dentro de la golfería, al menos exista, de verdad, un acuerdo entre trileros. Que ambos nacionalismos (sus dirigentes) estén jugando pero tengan claro los límites del juego. Porque si eso no es así, entonces estaríamos hablando de otra cosa. Y a esa otra cosa, la historia ya le puso nombre.  

Pd. Contra mi costumbre, hoy cierro con una imagen y un poema:

TRAPOS


Trapos que fueron banderas. Orgullo ajironado.
Color desvaído de ideas acartonadas. Siguen las 
injusticias... (Ahora debiérais imaginar un alarido. Seco,
profundo, desgarrado, que se eleva en el tono y luego decae
y deviene lastimero).

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