jueves, 10 de junio de 2021

PRIMARIAS: JUAN ESPADAS (EL TEMPLE)

 El PSOE A necesita, para poder poner en práctica su programa de gobierno de progreso, de izquierdas, dirigido a defender a la inmensa mayoría de ciudadanas y ciudadanos que no pertenecen a élites económicas o sociales, que sacan adelante sus proyectos personales o de familia desde el esfuerzo, formando parte de ese enorme logro que es España, necesita, decimos, unos resultados electorales en Andalucía que nos permitan forma gobierno. 

El proyecto está, con matices en función de la posición en el espectro ideológico interior del PSOE A, pero proyecto común en sus bases esenciales, el que nos proporciona nuestro armazón ideológico. Ahora se trata de elegir a quien pueda representar ese proyecto ante la sociedad andaluza, con capacidad de convencimiento por la solidez argumental, la credibilidad y la adecuación de las formas a quienes nos escuchan.

Juan Espadas ha demostrado poseer esas cualidades. Es una propuesta renovada que se fundamenta en la capacidad de aglutinar en el Partido y la de proyectar hacia el conjunto de la sociedad andaluza lo que representan nuestros valores, nuestra alternativa. Hoy, más que nunca, cuando ha quedado claro que una red de servicios públicos de calidad, bien dotados, como acción prioritaria de gobierno, es fundamental para nuestra propia pervivencia como sociedad democrática que se quiere justa y solidaria.

Andalucía necesita esa renovada propuesta socialista. Creo, sinceramente, que Juan Espadas, por los valores personales que posee, por la trayectoria política que le permite una amplia perspectiva sobre el conjunto del territorio andaluz, por el plus añadido que representa dirigir una ciudad como Sevilla y todo el aprendizaje que ello conlleva, está en posición de representarla mejor que nadie. Sin más mochila que la de la experiencia y el buen trabajo desarrollado.

Añádanle a todo ello el temple. Cualidad fundamental en estos tiempos de liderazgos histriónicos (alguno en apariencia triunfador). Espadas posee el temple necesario para desde una posición sensata marcar el camino de una autonomía que tiene aún mucho que reivindicar, mucho que crecer, mucho que mejorar; que ha cambiado en todo el periodo de gobierno socialista como pocos lugares en el planeta, pero que, aún así, aspira a más. Necesitamos capacidad real de forjar consensos, capacidad sincera no desmentida por una praxis contraria a la palabra. Es el caso, Espadas es un hombre con habilidad negociadora y sin vetos marcados de antemano en el tablero. Lo que necesitamos: convicción y temple.







lunes, 7 de junio de 2021

PRIMARIAS: LUIS ÁNGEL HIERRO (PRETENDIDA, DESENFOCADA, PUREZA)

 Lo reconozco. No conocía a Luis Ángel Hierro hasta este proceso de primarias. Me sorprendió, de inicio, esa auto calificación de "candidato de las bases" (siempre he pensado que el candidato o candidata de las bases será la que gane las primarias). No creo en plataformas dentro del Partido, sigo pensando que son las agrupaciones locales los espacios en que ha de desarrollarse el debate político del primer nivel. La moda de constituir grupos virtuales cuya génesis nunca queda clara (menos aún cuando se impone una épica narrativa que poco menos la dibuja como de generación espontánea entre las masas de militantes) no me convence. Entendí el movimiento de Militantes en Pie porque los acontecimientos internos de septiembre/octubre de 2016 lo hicieron necesario. Eran circunstancias anómalas que requerían una respuesta distinta. El retorno a la democracia interna normalizada que conllevó la victoria de Pedro Sánchez en las primarias de mayo de 2017 supuso la consecución del objetivo básico de aquella iniciativa. A partir de ahí, debió, tal vez, disolverse. En cualquier caso, plantear un nexo de continuidad entre Militantes en Pie y Bases en Marcha no es ajustado a la realidad. 

Me he preocupado de escuchar al compañero Luis Ángel Hierro. Dejo de lado aquellas intervenciones que, referidas a su condición de outsider, prodiga en línea de denuncias o quejas que transitan desde la ausencia de medios a diferencia de las candidaturas del aparato, o la escasa repercusión en medios o las injerencias externas sean estas de San Vicente o de Ferraz. ¿Qué diferencia su propuesta de una alternativa netamente de izquierdas (la única, de nuevo) de las restantes? En la práctica, lo recogido en el Trigésimo Noveno Congreso Federal del PSOE. Algo en lo que, más o menos convencida, la militancia ha de converger porque es la directriz democráticamente acordada. No aprecio tampoco muchas novedades con respecto a los pilares básicos de una propuesta socialista: Educación Pública, Sanidad Pública reforzada..., búsqueda en definitiva de la igualdad y la justicia social. 

En economía, su fuerte, dos ideas básicas: hay que subir la presión fiscal y hacerlo con una distribución progresiva y justa, idea que comparto. Echo de menos referencia a la tributación de las empresas y, en especial de las grandes corporaciones, he de suponer que lo ha desarrollado en algún momento. Sí me chirría su forma de comunicar semejante propuesta (delicada, ya sabemos que se ha hecho un enorme trabajo de zapa por las derechas). Un candidato a presidencia de la Junta debe manejar un lenguaje mucho más didáctico, capaz de contrarrestar todas las ideas ya asentadas entre la ciudadanía contrarias a los impuestos, sin más análisis. Romper esa dinámica requiere un esfuerzo añadido. No lo he visto.

He entendido que, apoyando un papel activo de la administración pública en la iniciativa económica, propone un papel más de facilitadora que de impulsora directa. No es mi opinión, me manifiesto más en la línea de Mazzucato y su tesis del Estado emprendedor. 

Con todo, lo que más me separa de la opción de Luis Ángel Hierro es el convencimiento de que tendría muy poco que hacer en un proceso electoral como este para el que se dilucida nuestra candidatura. No basta tener una idea del proyecto que uno representa (hay que deducir de todas sus intervenciones que estaría "en construcción" en un "diálogo con la militancia"), ni manifestar que representa la esencia pura del 39º Congreso y, por ende, del socialismo. Se requiere de un bagaje, de una proyección que nos permita estar en posición de afrontar una dura batalla con la fuerza necesaria. Según lo veo, no es el caso. 

Un buen refuerzo para cualquier buen candidato



viernes, 4 de junio de 2021

PRIMARIAS: SUSANA DÍAZ (O LA CONTRADICCIÓN PERPETUA)

 Legitimada, como está, la compañera Susana Díaz para presentarse ante el conjunto de la militancia del PSOE A como candidata a renovar aquello que fue, la cabeza de cartel en las elecciones autonómicas, el argumentario para considerar que no es la persona idónea camina por otros derroteros. 

Siempre he defendido, y continuaré haciéndolo, que quien gobierna una institución por los resultados electorales, ejerce su mandato, y pierde ese gobierno debe entender que ha de dejar paso a una diferente alternativa. No has sido refrendado, no has sido refrendada, importan muy poco las razones, los motivos, las excusas. Si no hay refrendo, se deja paso. Y no ocurre nada. Nadie es imprescindible en una responsabilidad concreta. Y se puede ejercer la vocación de servicio público (porque de eso se trata, ¿no?) en cualquier otro lugar, dentro o fuera de la acción política institucional. Luego de perder la Junta, el principal objetivo de Susana Díaz debió haber sido, en la lógica que defiendo, promover la aparición de nuevos liderazgos, capaces de presentar alternativas novedosas, atractivas para el electorado, a la par que defensoras de los postulados del PSOE A. Obviamente, no ha sido el camino elegido. Repito, está en su derecho. Repito, creo que se equivoca.

Creo recordar que fue en un mitin de Zapatero en Dos Hermanas donde escuché por vez primera un discurso de Susana Díaz. ¡Qué fuerza!, ¡que ilusionante su mensaje! ¡Qué capacidad de convencer! Con el tiempo, asistí a muchos más actos donde ella intervino. En aquellos que podríamos denominar externos, la sensación de fuerza, la capacidad de convicción, se seguía manteniendo (sin el efecto inicial de la sorpresa). Su acceso al poder, no obstante, reveló algo que hoy es un fenómeno corriente en política, interiorizado en apariencia por la sociedad, que me sigue produciendo una enorme desazón: la incoherencia, cuando no la contradicción directa entre las palabras, el mensaje, y la acción concreta desde el poder. No seré yo quien niegue la posibilidad de que una coyuntura cambiante pueda obligar a modificar proyectos planteados, compromisos adquiridos. La política requiere de esa flexibilidad (en estos tiempos más evidente aún si cabe), así que la acepto. Con una sola condición: la explicación de las razones del cambio. No ha sido el caso.

Hay tres fechas que me resultan decisivas a la hora de reforzar mi convicción de que Susana Díaz no debe ser candidata a la Junta de Andalucía por el PSOE A. El 28 de septiembre de 2016, diecisiete miembros de la Ejecutiva Federal, cuyo Secretario General era Pedro Sánchez, dimiten, en un movimiento organizado para hacerle caer. El 1 de octubre de 2016, se celebra el famoso Comité Federal (que nos abochornó a muchos militantes) , en el transcurso del cual, Sánchez deja la Secretaría General y se constituye una gestora. Pasaré por alto los avatares de la abstención para hacer Presidente del Gobierno a Rajoy (recordemos que cayó como consecuencia de la corrupción de su Partido y, según se va aclarando cada vez más, de su mismo Gobierno) y la consecuente (adecuada palabra) dimisión como diputado del propio Pedro Sánchez, para llegar a la última fecha, la del 21 de mayo de 2017. En aquellas primarias, Ganó Sánchez, perdió Susana Díaz (por cierto, ahora afirma que su único interés es Andalucía). Fin de la partida, fin de impresión, hubiera correspondido dimisión de la Secretaría General del PSOE A y a otra cosa. 

Defiendo el sistema de primarias. Al tiempo, creo que aún no hemos conseguido interiorizar el proceso sin considerarlo una especie de lucha fratricida. No debe ser el caso. Pueden exponerse argumentos, tras el dictamen de la militancia, todos seguiremos en el mismo barco y nos tocará remar hacia donde la mayoría ha decidido. Siempre habrá tiempo para plantearse saltar por la borda.

Aún resuena el eco: "Tu problema eres tú".


miércoles, 2 de junio de 2021

PRIMARIAS

 Superada la fase de recogida de avales (me vais a permitir, pero uno es humano: con más de 500 avales solo en la provincia de Huelva no pude ser candidato en las primarias a la Secretaría General Provincial en 2017 —era necesario obtener el 20% del total de militantes—, hoy bastaban 932 en toda Andalucía para participar en el actual proceso), dos candidatos y una candidata se presentan ante el cuerpo electoral de la militancia en Andalucía: Díaz, Espadas e Hierro.

Soy consciente de la dificultad que entraña, para una organización como la nuestra, la celebración de procesos electivos internos abiertos al conjunto de quienes constituyen el PSOE-A bajo el principio elemental de una persona, un voto. Porque cuando se compite para convencer a esa militancia de que la propuesta que uno, que una representa, es la mejor, no basta solo con explicar las bondades de la alternativa propia, sino que acaba siendo casi ineludible señalar las deficiencias de las demás. Ahí, cabe distinguir una dualidad importante (yo diría, esencial): hay quien ya ha ejercido la responsabilidad a la que ahora aspira, en su caso, de nuevo; hay quienes no. Podemos jugar a ignorar tal hecho, que se acompaña de un querer olvidar toda la historia del PSOE-A y del propio Partido en ámbito federal en los últimos años, pero no pasarían de ser trampas en el solitario.

Se deben por tanto, analizar las propuestas, las trayectorias de los candidatos y candidata, sus palabras y sus hechos para colegir después lo realmente nuclear en este momento: ¿Quién representaría mejor al PSOE-A y su programa en el marco ineludible de la política federal y de Gobiernofrente a las opciones de derecha y derecha extrema que hoy gobiernan en Andalucía? Ese "representar mejor" pasa por tener la mayor capacidad de captar el voto de las andaluzas y andaluces para convertirse en Presidente o Presidenta de la Junta de Andalucía. Esa es la cuestión.

Vayamos por partes...