Escucho al compañero Mario Jiménez, en su calidad de portavoz de la Gestora, en el transcurso de la entrevista que le ha hecho Pepa Bueno en la SER. Ninguna sorpresa en cuanto al tono y su calidad de comunicador. Más allá del cansancio que mencionaba, la mesura, el aspecto didáctico se han impuesto a cualquier otro posible registro. Eso está bien. Ya lo hemos dicho con anterioridad, una vez concretada la posición del PSOE por el órgano que puede hacerlo, el Comité Federal, toca restañar, impedir que la disensión devenga en ruptura. Es tarea para personas inteligentes, sosegadas, capaces de integrar. No es fácil.
Ahora bien, no comparto su afirmación -que viene a ser como un latiguillo habitual- de que el PSOE debe dejar de preocuparse de sí mismo para pasar a preocuparse por los problemas de las españolas y los españoles. Y no estoy de acuerdo porque ese supuesto "mirarse el ombligo" no es sino un debate interno sobre cuál debe ser la posición del Partido en aras (él mismo utiliza ese aserto) del bien colectivo.
Existe la tendencia de, una vez superada una fase crítica de cualquier tensión entre ideas contrapuestas (en nuestro caso, además, con una mala gestión del proceso), enterrar el debate, no afrontar el mar de fondo, y ello pese a que se haya repetido por todas las partes, en distinto formato, lo necesario de abordar justo ese proceso de reflexión profunda para adaptar, modernizar, mejorar la propuesta socialista a la sociedad.
Pareciera que nunca toca. Pero ahora sí, ahora si toca. Más allá de la necesaria gestión de la decisión adoptada y de las consecuencias tácticas que implica (apuntemos que con clara dificultad para que se nos perciba como una oposición fuerte), el verdadero reto del PSOE es justo su situación interna, no como un mero ejercicio de lucha por el poder, sino, más bien por la necesidad, ahora ya ineludible, de renovar el sustento ideológico y las consecuentes propuestas estratégicas y programáticas. Claro que de inmediato (o paralelamente) debe producirse también el cambio de personas que van a representar esa nueva propuesta global.
Así que sí toca. El proceso congresual ya ha empezado. Habrá quien lo afronte desde el esfuerzo intelectual, ideológico, comprometido, para construir soluciones para aquellos y aquellas que tienen en el socialismo el camino hacia otra forma de sociedad que conjugue los nuevos factores, con la válida aspiración de la igualdad y la justicia social. Habrá quien lo haga exclusivamente como una lucha por los puestos de decisión. Admiro a los primeros, reniego de los segundos, abogo por que quienes presenten y representen las opciones más razonables, más realizables, que más nos acerquen a los objetivos propuestos, sean quienes ocupen esos lugares de referencia. Y a eso me pongo, porque ya ha llegado la hora, es el momento. Ya toca.
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