viernes, 5 de febrero de 2016

SIN DUDA CREEN (A LO PEOR TIENEN RAZÓN) QUE SOMOS TONTOS

De ninguna otra manera puede entenderse que, con una absoluta falta de vergüenza, los responsables políticos del aparato del PP hayan salido, como siempre, en coro organizado, a decirle al candidato (por encargo del Rey) a Presidente del Gobierno que se dé prisa, que este país no está para perder ni un minuto más. Créanme si les digo, que se hace difícil mantener el vocabulario dentro de lo socialmente aceptable al calificar esta nueva muestra de cinismo de esta derecha inmersa en tantos casos de corrupción, que se hace difícil distinguir (seguro que lo habrá) algún resquicio de honradez en ella.

¿Cómo mantener el discurso en esos límites cuando se oyen afirmaciones absolutamente espurias? Se necesita una falta total de ética para que quien ha prolongado el proceso de investidura con una negativa inimaginable en un marco democrático, un gesto de cobardía, de utilización de las instituciones y el aparato del Estado para beneficio propio inaceptable, aparezca ahora apremiando una solución (¿por qué no lo hiciste tú? -debe reclamar la ciudadanía española a Rajoy) casi con urgencia, a quien, como Pedro Sánchez, sí da el paso adelante, asume su responsabilidad y acepta el encargo del monarca para intentar dar una salida a este complejo puzzle político que tenemos o, en cualquier caso, a activar los mecanismos y plazos que nos condujeran (no sería bueno) a otro proceso electoral. Había que hacerlo.

No acaban ahí las tomaduras de pelo. Ese borrado del ordenador de Bárcenas con más de treinta formateados, esa señora Cospedal insultando a Bárcenas como único argumento para responder a las acusaciones (¡ojo!, en sede judicial y como testigo) del extesorero, hasta ayer pieza esencial en el partido del que ella es ¡Secretaria General!; esa señora Barberá escondiéndose tras la cortina, y tantos y tantos casos, ejemplos de golfería, de saqueo de lo público (ya pagará -como a los bancos- después la ciudadanía). Suficientes ejemplos como para concluir que si no tienen una respuesta contundente en las urnas que les obligue a una reforma total, tendrán razón, seremos tontos.

Una última prueba (inspiradora de "El grito" de Munch). El señor Rajoy se permite decir que (refiriéndose a las conductas corruptas en sus filas)  "esto se acabó y aquí ya no se pasa ninguna". Dos cosas: YA es ahora, pero ¿por qué no antes?, y si ya no se deja pasar es porque puede evitarse, ¿por qué no lo evitó usted? Suficientes evidencias como para exigirle de inmediato la dimisión si no fuera porque, como dice el portavoz del PP, el señor Hernando, todos esos casos de corrupción del PP tuvieron lugar cuando gobernaba el ¡PSOE! ¡Toma ya! La faltó decir, "tontos, que sois tontos".. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario