sábado, 19 de abril de 2014

EL LADRIDO (INTERESADO) DE LA DERECHA

Una filtración, probablemente interesada, da lugar a una deformación manipuladora. Después viene el exigir explicaciones, el instar responsabilidades, el sacar los pies del plato. El ladrido de la derecha provoca, como un eco, nuevos ladridos, cada vez más fuertes, más agresivos. Su finalidad, ensuciar la acción política. ¿Para qué?, preguntará alguien con razón. Para provocar desafección. Una enfermedad que afecta a quienes profesan pensamientos de izquierda, críticos, no domesticados. Una patología a la que los seguidores de la derecha son inmunes. 

Desde el año 2000, la oscilación de voto a PP en las generales ha sido de 1.000.000 de votos, la del PSOE de más de 4.000.000. He ahí una prueba evidente.

A la derecha le beneficia el descrédito de la política, incluido aquel que deviene de actuaciones de la propia derecha. No le desgasta. Al PSOE, un clima de desapego le genera un daño evidente. 

¿Podría ocurrir entonces que el caso Bárcenas acabara pasando una factura mayor al PSOE que al PP? Sería irónico, pero no descartable. 

La pregunta siguiente es obvia: ¿Cómo se evita la injusta paradoja? Mucha gente cree que la respuesta está en la educación. Como creo que no se refieren, no puede ser que se refieran, al sistema educativo, acabo cayendo en un pesimismo al que busco una salida. ¿Quién educa hoy? ¿En qué valores? 


No hay comentarios:

Publicar un comentario