miércoles, 23 de mayo de 2018

¡JO, QUÉ TROPA!

La detención del señor Zaplana cae sobre el PP como una nueva bolsa de basura en un vertedero. Ya, ni sorprende, ni casi se nota. Entre tanta porquería... Se corre el riesgo, saturadas las células olfativas, de que el hedor ya no nos moleste; porque heder, hiede.

El señor Rivera, envuelto en la bandera, con la letra de Marta Sánchez (modernidad política donde la haya) para el himno, solo ve españoles (de entrada, las españolas no existen). Enfermedad muy grave que ha provocado en la historia grandes conflictos y no pocas masacres. Y lo peor de todo es que de repente hemos descubierto que había mucha naftalina en los cajones. Eso sí, apoya al PP en Madrid después de todo, apoya los presupuestos del PP después de todo, maquinando la forma de desgastar más al Partido Padre (PP) para quedarse con la herencia. El señor Torra le proporciona gasolina gratis, para que siga la fiesta.

Menos mal la responsabilidad del PNV, que no es que saque una tajada como una catedral, no, es que ellos apuestan por la estabilidad. De camino que sacan un pastón para continuar abriendo brecha entre la calidad de los servicios públicos en el País Nacionalista Vasco y la del resto del Estado. No les conviene ser independientes, ¡con lo que están chupando del bote! Como se ve, muy responsables.

Por si faltara algo, los del chalé. Ningún comediógrafo hubiera imaginado mejor guión, me atrevo a decir que ni Gila, ni los Monty Python. Todo el problema es que a quien escupe hacia el cielo le acaba cayendo en los ojos (versión libre del refranero popular). No creo que pueda criticarse que nadie compre la casa que mejor conviene a su familia si la paga con el dinero obtenido con su esfuerzo honesto y legal. Excepto que quien lo hace hubiera señalado eso que él ahora hace como una conducta reprobable. Aplíquese el cuento, cabría decir.

El panorama, como se ve, es de todo, menos esperanzador. O te gobierna un partido pringado de corrupción hasta las trancas, o uno que presume de moderno pero representa uno de los modelos que más daño han hecho en la historia, o uno que genera una crisis bíblica a partir de la compra (incoherente, es verdad, pero solo eso) de un chalé y que da miedo imaginar cómo puede reaccionar ante una decisión realmente trascendente si estuvieran en el gobierno (como el ejército de Pancho Villa, me temo).

La alternativa de un socialismo serio debiera tener mucho que decir en este momento. Y no puedo dejar de preguntarme ¿qué es lo que pasa?




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