Y es que esto no puede seguir así. No puede ser que la rivalidad latente no sea enterrada cuando esta España nuestra está pidiendo a gritos una opción seria, consistente, comprometida, capaz de afrontar los problemas de la mayoría y dar soluciones desde el esfuerzo colectivo como país. Y tú puedes ser la clave. Esa responsabilidad debiera ser suficiente para producir un acuerdo interno, de tal fuerza cohesionadora, que signifique un proyecto factible, ilusionante, para cuyo planteamiento y desarrollo no nos falta talento y experiencia cuanto nos sobra inquina y egoísta ambición. Ya está bien de espectáculos.
Nos acercamos a un ciclo electoral de enorme importancia e interés. Por primera vez en muchos años, la derecha ya no se presenta en una sola formación aglutinadora. Lo que tantas veces ha jugado en contra de la izquierda representada por diferentes siglas, ahora afecta también a las opciones conservadoras. Eso tiene varias consecuencias. Una primera, fácilmente identificable, que otorga, por lógica, más chance a un cambio de orientación política. Una segunda, que señala de manera ineludible la necesidad de pactos pos electorales, habida cuenta de que la mayoría absoluta, hoy por hoy, parece objetivo inalcanzable para cualquier partido.
Esas condiciones, entre otras, hace que sea exigible (debiera serlo en el fondo) que las discrepancias, los debates, los puntos de vista diferenciados en el socialismo (que lo enriquecen, qué duda cabe) se canalicen mediante los correspondientes procedimientos (que están articulados), y que, una vez dirimidos, den paso a un esfuerzo conjunto en el que no caben zancadillas ni, mucho menos, traiciones.
Nadie pide uniformidad, pero el respeto a los procedimientos es fundamental. Y eso toca, aquí y allá. Hemos dejado atrás un proceso de diálogo intenso, a ratos vehemente. Ya acabó, hasta la próxima. Entretanto, defiéndanse los propios postulados en las formas y en los canales adecuados, pero la unidad debe estar garantizada tras los preceptos y programas aprobados. Aquí y allá. Necesitamos que el socialismo gane, aquí y allá, y lo haga no para mayor gloria de nadie, sino para la mejor defensa de los derechos e intereses de la mayoría de la población.
Ya lo cantaba Luis Pastor:
https://www.youtube.com/watch?v=o7TnMCi5A-k
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