El presidente Rajoy ha anunciado, en un foro inadecuado eso sí, la celebración de elecciones generales para el próximo 20 de diciembre. No entraremos en la cuestión de las fechas, por rechazable que sea. No nos distraigamos. Ese día nos jugamos mucho. Nos jugamos que la indecencia política, el egoísmo como ideología, el ariete del poder financiero y salvaguarda de privilegios e impulsor de desigualdades, consiga engañar otra vez, asustar otra vez, manipular otra vez para continuar su trabajo de eliminación de derechos y libertades y de destrucción del Estado del Bienestar.
La dispersión de la atención ciudadana por la aparición de formaciones políticas en apariencia novedosas, fuertemente impulsadas desde plataformas mediáticas concretas, es un riesgo añadido. También el daño que le han producido a la alternativa socialista determinados comportamientos indignos que, por producirse en el seno de una formación que defiende como ninguna otra la decencia, son más duras y también más dañinas.
Es trabajo nuestro erradicarlas, también conseguir que la negra tinta que han lanzado no se trague todo lo que el socialismo ha hecho en este país y todo lo que puede hacer en el futuro por sus gentes. Desde un compromiso firme con la honestidad, que nunca nos ha faltado como colectivo que lucha por un mundo más justo, mejoremos nuestros mecanismos de toma de decisiones, incrementemos el control interno y hagámonos más transparentes si cabe, nada que violente nuestro ser político esencial.
Porque no nos equivoquemos, si alguna alternativa hay a este indecente camino de los recortes y el incremento de la pobreza y de la desigualdad, favoreciendo a una minoría frente a la inmensa mayoría de "gente corriente", esa es la socialista, la que representa el PSOE y hoy su candidato a la Moncloa, Pedro Sánchez.
Sé que las agrupaciones locales pondrán todo el esfuerzo de su militancia (que honor ser compañero de tanta y tanta buena -en sentido profundo, además- gente), que desde las direcciones del Partido a todos los niveles, el trabajo está garantizado. Que sea desde la Unidad. Porque este país merece otra senda, la que nos conduce a un mundo más justo, más sano, más honesto. Por eso vamos a darlo todo para convenceros, desde un compromiso firme, por DECENCIA.
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